La arqueología preventiva

En los dos congresos sobre la Historia celebrados en 1988 y 2003, respectivamente, es constatable el avance producido cualitativa y cuantitativamente de la actividad arqueológica de Zamora. Transcurridas dos décadas, podría calificarse de frenético el ritmo que la denominada “arqueología preventiva” ha experimentado tanto en el conocimiento del territorio, gracias a las prospecciones sistemáticas o asociadas a estudios medioambientales, como en las intervenciones arqueológicas especialmente dirigidas a las documentaciones de yacimientos o espacios urbanos.

¿Qué es la arqueología preventiva?

Es el nombre por el que se conoce a las actividades de protección y gestión del Patrimonio Arqueológico en relación con la obra pública. Muchos yacimientos generan ciertos problemas administrativos debido a que se encuentran en suelo urbano y una obra pública o privada intenta construir sobre ese, con lo que hay que establecer un proyecto y un plan de actuación, bien sea para salvar el yacimiento o para protegerlo.

En este sentido, son importantes los trabajos relacionados con la arqueología de nuestras ciudades y, en especial, de nuestros edificios civiles y culturales, objeto de restauraciones en los que el método arqueológico se ha demostrado fundamental para su estudio.

Desafortunadamente, el volumen de intervenciones y hallazgos muebles no ha tenido su refrendo en estudios de investigación. En absoluto son desdeñables las tesis defendidas en distintas universidades o estudios sistemáticos sobre determinados monumentos.

Novedades metodológicas

Por otro lado, hay cambios novedosos que si se deben tener en cuenta en lo que afecta a nuestros estudios patrimoniales.

Las tecnologías digitales o las nuevas técnicas de fotografía aérea y restituciones topográficas relacionados con la arqueología ambiental y del paisaje; los métodos geofísicos y la arqueología de la arquitectura nos están acercando a nuestros patrimonios construidos con mayores certezas para una restauración más acorde con la historia monumental, frente a las reconstrucciones historicistas que parecen resucitar de nuevo.

En este proceso se intenta que la historiografía, el análisis de la fotografía y cartografía históricas junto a las fuentes documentales, formen parte de ese documento en blanco que hay que escribir y que, en Zamora, ya existen ejemplos singulares.

Por ello, junto a la temática de nuevas metodologías aplicadas a la arqueología y al estudio de monumentos, el congreso está abierto a la presentación de las novedades arqueológicas y revisiones de yacimientos, de los hallazgos líticos, epigráficos, cerámicos, y de las artes del metal y la numismática, y de las edificaciones, sistemas defensivos, urbanismo, etc.